De Mendiguren: «La UIA debe presidirla un industrial y no abogados laboralistas»
El Presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), José Ignacio de Mendiguren, conversó con Luisa Valmaggia en Radio Cooperativa AM 770 sobre el proceso de estatización de la menodocina IMPSA, empresa de tecnología e infraestructura energética que estaba a punto de la quiebra y fue rescatada por la intervención del Estado nacional y provincial. Además, se refirió a la acalorada discusión que mantuvo en televisión esta semana con el economista Roberto Cachanovsky, y la sucesión de autoridades en la UIA.
De Mendiguren subrayó la importancia de que el Estado haya decidido sostener una empresa una empresa «que construyó represas en Indonesia, ganándole licitaciones a los chinos y a los franceses», y señaló que el BICE «era acreedor así que ahora también somos accionistas».
Para dimensionar la magnitud de la empresa mendocina, el dirigente recalcó que todas las válvulas de seguridad del sistema hidráulico de Nueva York fueron hechas allí en Mendoza. «Yo con Pescarmona puedo tener diferencias o no. pero el nivel técnico y de tecnología…construyeron las principales grúas de los principales países del mundo» enfatizó.
«Toda actividad de avanzada tecnológica es un activo nacional y califica a los países» dijo, al destacar en ese mismo sentido la posibilidad de que Argentina se convierta en uno de los países que comienza a producir sus propias vacunas. «Todo esto vale mucho como posicionamiento del país en el mundo. Cuando sube un Gobierno, como el de Macri, que lo primero que hace es sacar el presupuesto a la investigación, es toda una definición de que quieren un país primarizado que cumpla lo que el mundo desarrollado tiene asignado a nosotros, para ser proveedor de materias primas y recursos naturales. Si triunfa ese proyecto y no este, tenemos que exportar 25 millones de argentinos. No cierra el proyecto agropastoril primarizado con 45 millones de argentinos» sentenció.
Por otra parte, se refirió a la sucesión de autoridades y el condicionamiento del perfil opositor de la Unión Industrial Argentina (UIA) entidad que supo presidir en tres oportunidades. «Yo estoy entre los que piensan que una institución como la UIA no está para confrontar con el Gobierno que eligió la gente. Está para proponer, disentir o convencer. Hay grupos que creen que la UIA puede ser un grupo para oponerse, como son otras entidades empresarias. Hay quienes pensamos que la Unión Industrial Argentina tiene que ser presidida por un industrial. Poner a un abogado laboralista es como que la presida un especialista de los que viven de las crisis de las empresas» sentenció.