Tras conocerse el IPC de febrero, el economista Ricardo Aronskind conversó con Luisa Valmaggia en Radio Cooperativa AM 770 . Esbozó fuertes críticas a la política del Gobierno nacional para contener la inflación y propuso algunas iniciativas para hacer frente a la suba del precio de los alimentos.
«Lo primero que se me ocurre es que la situación es tan exagerada que va a obligar a que el Gobierno reaccione porque lleva ya un tramo largo, más de 2 años, conviviendo con la inflación, sin tomar medidas, apelando a la buena voluntad, pidiendo información a las empresas que no le mandan, acordando cosas que son alambres caídos como Precios cuidados o la ley de góndolas. Y nada funciona demasiado» expresó.
Para el economista «se llegó al 4,7% de inflación por inacción. Varios economistas heterodoxos cuando vimos la guerra en Ucrania advertimos que se venía un impacto de precios internacionales. La guerra ya comenzó hace 20 días; el Gobierno tiene Ministerios, gente muy capaz que va a trabajar todos los días y la inacción es muy impresionante. Todo esto genera una correlación de fuerzas cada vez más negativa porque desalienta a la gente común».
Por otra parte señaló que «hay márgenes de rentabilidad pretendidas por parte de ciertas actividades monopólicas con rentabilidades en dólares cada vez más delirantes», por lo cual el problema «no es sólo económico sino que se trata de ciertas mentalidades sociales». En ese sentido sostuvo que desde algunos sectores empresariales «le agarraron el tiempo al Gobierno que no controla. La primera ficha les cayó cuando tuvieron que poner a Feletti. Y ahora, con esta aceleración de precios y el tema de la guerra, el Gobierno está en una situación en la que no puede mirar para otro lado, porque el mazazo en el bolsillo popular es muy significativo. Si el peronismo no tiene claro que la gente tiene que comer, ¿qué se puede esperar de los sectores a los que lo único que le importa es ganar más plata?» se preguntó.
Por último, esbozó algunas iniciativas posibles para hacer frente a los sectores que buscan maximizar la rentabilidad en un contexto de alza del precio de los alimentos. «Hay que establecer canales de comercialización públicos, alternativos, darle mucha presencia a empresas, productores y cooperativas capaces de generar cierta competencia a las empresas monopólicas. [El Gobierno] lleva 2 años perdiendo tiempo. El COVID-19 no debía ser un argumento para moderarse sino todo lo contrario: ante una emergencia se toman medidas excepcionales» concluyó.
