«Quieren profundizar una estructura neocolonial», Enrique Martínez
El Ingeniero Enrique Martínez pasó por Apuntes del Porvenir en laRZ y como ex titular del INTI explicó la gravedad del Decreto gubernamental que disuelve al organismo al señalar que «el alcance de lo que se ha destruido es mucho mayor. Los miembros del INTI y también del INTA han apelado a una resistencia emocional que es tratar de marcar para qué sirven esos organismos en la vida cotidiana, como por ejemplo trabajar sobre la seguridad en los ascensores, o los chalecos antibala, pero el perjuicio en mucho mayor porque se trata de organismos estratégicos para el desarrollo. Debieron haberlos puesto dentro de lo que fue el Ministerio de Ciencia y Tecnología, incluido el CONICET».
Al explicar la importancia de esas instituciones, Martínez avanza más sobre el INTI, cuya misión conoce específicamente por haberlo conducido desde el 2003 al 2011: «El Instituto, bien utilizado, podría ser la garantía de la plena ocupación en la Argentina. Esa es la mirada correcta que hay que tener. Hay desarrollos pendientes en el INTI que no se realizaron por falta de visión de los gobiernos sucesivos, incluidos los nuestros, que podrían asegurar que tengamos la producción de indumentaria ecológica, que garantiza que no tenga tinturas artificiales en ningún lado, de mayor calidad en el mundo. Tenemos en la Argentina todas las materias primas para hacerlo. Ese es sólo un ejemplo. También se podría terminar de implementar el que tiene que ver con las energías alternativas con escala domiciliaria. Podría suministrar todos los elementos para que, lo que no sea la placa de generación fotovoltaica, se haga en nuestro país…o los generadores eólicos domésticos y millones de personas se liberarían de la dependencia eléctrica central y podríamos exportar a toda América. Hay un potencial enorme, y eso es lo que se está destruyendo. Son tan miopes que quieren que lo de los ascensores lo hagan sus amigos, cobrando por afuera. Es lo más rapiñero y elemental. Y lo segundo es la gran concepción que apoya esta política, y es que no quieren tecnología nacional porque eso es liberador. Esto no es nuevo, ya lo hicieron con Menem y Cavallo. A los técnicos que saben algo de alguna cosa se les paga un sueldo de hambre y no se les ofrece algún futuro para que se vayan. Se los ningunea y se les dice que son corruptos. Quieren profundizar una estructura neocolonial. Cavallo achicó al INTI un 40%. Macri puso como presidente a alguien que tuvo como misión central evitar que los empleados cortaran la Av. Gral. Paz y este gobierno le pone la guinda a la torta intentando hacerlo desaparecer como una estructura secundaria, sin autonomía del Ministerio de Industria y supuestamente sin asignarle ninguna tarea más que la que interese que haga el estado porque no la pueden hacer los privados».
Cuando consultamos al Ing. Martínez si entiende que hay que hacer una r eformulación del estado responde: «soñemos que en poco tiempo hay un gobierno con vocación popular. En el área de Ciencia y Tecnología, que conozco bien, habría que dejar de lado las simulaciones de organización jerárquica alrededor de un Ministerio de Ciencia y Tecnología que no conducen a los organismos. Tendría que poner todos los organismos dentro, articularlos, tener programas nacionales de desarrollo de Ciencia y Tecnología prácticos. No planes de declaración de principios, sino planes ejecutivos que puedan exhibirse ante la población como efectivos. Eso está pendiente y para la dirigencia política argentina con pensamiento de derecha ha sido una maldición o un lujo para mostrar, pero no ha sido considerada como artífice de desarrollo.
Cuando se le menciona a Martínez la pandemia y los avances que hubo en materia de avances científico-técnicos explicó que en materia de salud estábamos muy avanzados.
Más adelante, sobre hombres y mujeres que trabajan en el mundo tecnológico, el ex titular del INTI reconoce que existe «un desfasaje entre el sentido de lo nacional y el derecho individual a capacitarse y formarse. Los científicos del CONICET son proclives a pensar que si no se les dan las cosas que necesitan acá se van al exterior. El gobierno de Alberto Fernandez, junto con lo que anteriormente había hecho Cristina Fernandez de Kirchner, había logrado repatriar a más de mil científicos. Hoy esa gente está pensando que se va de nuevo. Falta saber en qué programas estaban insertas esas personas, qué gobiernos provinciales pueden utilizarlos. El peronismo tiene a su cargo varias provincias y uno se pregunta por qué no se aprovechan los servicios de esa gente. Además estoy convencido de que latinoamérica está necesitando que organismos modelo como INTI/INTA (que no tienen demasiado desarrollo en la región, incluido Brasil) se diseminen por América Latina. Ya pasó durante mi gestión con Hugo Chavez y Venezuela. Nos vino a buscar él y eso significa tener lucidez proyectiva. Necesitamos entender que América Latina tiene un destino unido y que la tecnología es fundamental en ese proceso. Reitero que no es sólo controlar los ascensores, es darse cuenta de que a través de la expansión y de la organización estructurada del CONICET podemos generar desarrollo en la Argentina.
En tal sentido, cuando se le menciona el salto cualitativo que realizó China en apenas 30 años privilegiando a la ciencia y la tecnología como puntal del desarrollo, el crecimiento y el bienestar de su población, Martínez destaca que «China tiene la capacidad para combinar la tecnología para lo pequeño, lo doméstico, para las aldeas, con la gran tecnología que los habilita a hacer una ciudad en apenas un año. Eso es caminar y mascar chicle, tener en cuenta las diferentes dimensiones de la realidad, que son más de una».
Para poner una cuota de optimismo, el ing. Martínez señala que «más allá del endeudamiento que nos condiciona fuertemente, nos queda el otro lado, más allá de lamentarnos de las oportunidades que perdemos y los retrocesos a los que nos exponen, ese otro lado es que los chinos surgieron de mucho más abajo que nosotros. Aún en el post Milei, cuando esta tierra esté arrasada, esta tierra será más floreciente que la que China tuvo cuando la tomó Mao, o los capitalistas chinos actuales. Lo que tenemos como desafío es hacer esto con un sentido mancomunado, pensar estratégicamente y no pensar en quién será cabeza de lista en las próximas elecciones. Tenemos, como militantes, la responsabilidad de comprender el proceso que recorre al mundo. Cuando leí que Axel Kicillof decía que lo que podía imputarle al gobierno de Milei como error era haberse quedado fuera de los BRICS, coincido plénamente con él. Deberíamos acompañar ese proceso y aprender algo de los chinos, de los indúes, no sólo con esa cabeza de muchos empresarios argentinos que preguntan, qué les vendemos, sino aprender antes de venderles».
Finalmente sobre la dirigencia política nacional y popular, Martínez expresa que «están preocupados por recuperar la justicia social. Sin embargo hay que replantearse y descubrir de qué viven y qué hacen más del 50% de la población no formalizada, porque se le sigue hablando a una sociedad que ya no existe, tal como la conocimos a mediados del siglo XX, industrializada y formalizada. Si desconocemos la realidad de hoy es difícil que podamos ayudar a la población».
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