Marisa Graham: «Esta muerte por desnutrición demuestra que las infancias están en segundo plano»

La Defensora de niños, niñas y adolescentes, Marisa Graham, dialogó con Luisa Valmaggia en Radio Cooperativa AM 770, tras conocerse el fallecimiento de una nena de 11 años, con problemas de desnutrición, que asistía a una escuela de la Villa 21-24 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En primer lugar, Graham explicó que todavía la información está siendo procesada: «Estamos esperando los informes tanto del Ministerio Educación como de el Ministerio de Salud, porque hay que ver si estaba siendo atendida» y comentó que «según lo que denuncian los medios, y un pedido de intervención de la diputada porteña Victoria Montenegro, el SAME no habría llegado nunca», y agregó: «pareciera que hubo una interseccionalidad de cosas que no funcionaron».

Así mismo la Defensora de niños, niñas y adolescentes detalló cuál es el rol que como institución deben tener y cómo pueden accionar: «Necesitamos los datos concretos para saber si se dejó de proveer el suplemento alimentario que esta nenita necesitaba. Aparentemente ya estábamos frente a una desnutrición crónica» y expresó que «quien tiene que aportar los suplementos y también quien tiene que hacer los controles es el Ministerio de Salud de la Ciudad». Además reafirmó que falta tener algunas certezas pero «si se confirma lo que dicen algunos medios y lo que denuncian los docentes, esta es una muerte que se podría haber evitado».

En ese sentido la funcionaria aseguró: «Estamos haciendo con la Ciudad autónoma lo mismo que hacemos con la provincia de Salta y las comunidades Wichis: Pedir informes para saber si en las escuelas del sur de la ciudad se están llevando los controles sanitarios, de peso y talla que debieran estar llevando», y destacó que «estigmatizamos determinados lugares y a veces tenemos problemas a 15 cuadras del obelisco y no los estamos viendo».

Respecto de la problemática con este segmento de la población en todo el territorio argentino, Graham indicó: «Esto demuestra que en general los niños, niñas y adolescentes siempre están en un segundo plano» y remarcó que «es cierto que indigna más cuando estas cosas pasan en lugares en los que hay más recursos y mejores condiciones geográficas. Donde las familias debieran tener más acceso a la educación y a la salud».

Para finalizar la Defensora planteó un cuestionamiento: «Las infancias y adolescencias son un tercio de la población. ¿Qué lugar ocupan y qué presupuesto le dedicamos?»

 

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