En el país de no me acuerdo

En el país de «no me acuerdo»
Doy tres pasitos y me pierdo
Un pasito para allí, no recuerdo si lo di
Un pasito para allá, ay, qué miedo que me da….

Estamos casi completando el mes de febrero. Muchos y muchas de mi generación y de las subsiguientes crecieron escuchando a María Elena Walsh con sus maravillosas canciones entre las que figuran “En el país de no me acuerdo” .Parecería a la luz de lo que viene pasando con muchos gobernadores y dirigentes políticos, entre los que sumo a diputados/as y senadores que están tomados por un grado de amnesia y falta de valentía que es pavoroso.

Cualquiera podría argumentar que Milei llegó al gobierno con el 56 por ciento de los sufragios con el compromiso de terminar con los privilegios de la casta y permitir el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas. Pues ha ocurrido hasta ahora todo lo contrario, convirtiendo a “la casta” en hombres, mujeres, niños/as y adultos y adultas mayores  y salvando y privilegiando   a la verdadera casta, entre la que se encuentra él mismo y su entorno.

A dos meses de asumir (y no podríamos decir que esperábamos resultados inmediatos de su propuesta), la realidad nos muestra los efectos devastadores sobre amplias capas de la población, sectores bajos y medios, con un derrumbe fenomenal de los ingresos, con incrementos sobre todos los servicios básicos para el funcionamiento cotidiano de las personas, como tarifas, cuotas de medicina privada, colegios, combustibles, canasta básica de alimentos y medicamentos.

A la par se fueron desarticulando herramientas de defensa de usuarios y consumidores, se recortaron presupuestos para salud, educación, ciencia y  tecnología, para fomento de la actividad de pequeñas y medianas empresas, de actividades culturales, se desreguló todo control sobre tasas de interés bancaria y crediticia, y se dejó a la intemperie a familias enteras, sobre las cuales el gobierno tiene responsabilidad.

La pobreza en solo dos meses creció desmesuradamente (de 44,7% en el tercer trimestre del 2023 al 57,4%).  Se recortaron los insumos de alimentos secos y asistencia a comedores que cumplieron y seguirán cumpliendo por mucho tiempo un rol fundamental para que muchos y muchas puedan tener una dieta mínima calórica de subsistencia.

Esta descripción abarca a toda la Argentina, plural y federal. Nada de lo que dijo el presidente Milei en campaña se está cumpliendo. Lo único, y muy discutible, tiene que ver con el déficit fiscal.

Y todo por sobre el parlamento y la república. Milei no ha dejado de amenazar, extorsionar, prepotear, estigmatizar  y subestimar el rol de gobernadores y del congreso.

Uno de sus primeros actos fue un DNU, que empieza a tratarse dos meses después de que sus efectos hayan permitido un sin número de barbaridades, y una ley que felizmente fue volteada en el congreso por impericia del oficialismo o por acción de la oposición más consciente de los perjuicios que ocasionaría su  aprobación.

El DNU en cuestión fue calificado por todo el espectro jurídico constitucionalista como inconstitucional.

Diputados y senadores tienen en la comisión revisora, que el oficialismo demoró en conformar, la posibilidad de desaprobarlo. Sería un acto republicano, de control sobre un gobierno que actúa como una monarquía y sería en el país del no me acuerdo un acto de dignidad, de respeto por la voluntad popular y por los valores que recuperamos con el regreso de la democracia.

Será una buena oportunidad de volver a darle valor a la política y a la palabra, al compromiso de gobernar para el pueblo y no para las corporaciones, de usar al estado –que habrá que mejorar y hacerlo más eficiente- para  respuesta a demandas legítimas de un pueblo que espera que su dirigencia respete los compromisos asumidos y empiece a tener más memoria y valentía.

En el país de «no me acuerdo»
Doy tres pasitos y me pierdo
Un pasito para atrás y no doy ninguno más
Porque yo ya me olvidé dónde puse el otro pie

En el país de «no me acuerdo»
Doy tres pasitos y me pierdo

 

 

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