«El teatro nos propone alejarnos de la alienación y encontrarnos con otros», Mariuzzi-Bazzalo

El director y dramaturgo Andrés Bazzalo y el actor Pablo Mariuzzi visitaron «Apuntes del Porvenir» para hablar de la obra «Cuestiones con mi padre», de autoría de Bazzalo que se representa en Hasta Trilce, los domingos a las 17 hs y también sobre la actualidad teatral en épocas de anarco-capitalismo.

Bazzalo contó la génesis de la obra que escribió al año siguiente de la pandemia: «la vida y también yo, decidimos hacernos cargo de varias viejas, tías y mi madre en la etapa final. Es muy difícil acompañar esa etapa, uno tiene muchas contradicciones. Yo tengo muchos hermanos, pero por distintas razones no se podían hacer cargo y mi mujer y yo acompañamos esas etapas. En un momento surgió la necesidad de escribir, hacer una suerte de metáfora de eso y hacer que el protagonista fuera masculino. Trabajar ese tramo de la vida, trabajar algo que no se dice y que cuesta mucho, que es cuando los viejitos/as/es empiezan a desmemoriarse, y hay que seguirles la corriente. Esa etapa es muy difícil, somos hijos, seguimos peleándonos, pero las cosas marchan mejor cuando les seguimos la corriente. Y esa es la historia que contamos un poco, tender un puente, hablar en forma poética sobre lo que a todos nos pasa como hijos/as, como padres, como los viejos que seremos o ya empezamos a ser, comunicarnos, tender un puente amoroso y reirnos un poco de nosotros mismos».

Pabro Mariuzzi aporta su ingreso al proyecto y su mirada: «fue un proceso hermoso. Andrés me acercó el material hace tiempo, nos juntamos a leerlo y en el correr de los meses fue cambiando el elenco inicial, todos teníamos otros proyectos y compromisos, pero leída la obra yo dije que quería hacerla, porque además me agarra en un momento de la vida como hijo, en donde estoy atravesado por esta situación de los hijos que empezamos a ser un poco padres de nuestros padres y me parecía una mirada muy hermosa la que acercaba la obra. Me gustó mucho y como ocurre con el teatro independiente -alguien dice que es el arte de ver cómo se arreglan los horarios y días- y lo logramos hacer y acá estamos con «Cuestiones con mi padre» y estoy muy feliz con el equipo que se armó. Siempre quise trabajar con Andrés ambos coincidimos en ese deseo y con Tony Lestingi ya lo había hecho. Es un actor maravilloso, estupendo, hermoso, un compañero con el que uno se encuentra en el escenario, eso que no siempre ocurre cuando vos mirás al otro y el otro está ahi, y Natacha Delgado con quien no había trabajado y es una compañera muy querida. En este oficio nos vamos cruzando porque parece que somos un montón pero somos casi siempre los mismos».

Esta periodista garantiza que la obra, que aborda una temática ineludible, de ninguna manera entristece o angustia. Realiza un recorrido humano, sensible y con pinceladas de humor que permiten un recorrido profundo y vital al mismo tiempo. Y Bazzalo explica que «siempre fue la intención poner momentos de humor porque a veces no te lo permitís, pero la obra y la vida están llenas de situaciones hilarantes y las relaciones con los viejos también, es muy importante el humor.

Y Pablo acota: creo que el humor para encarar estos temas en el teatro aporta mucho y cuando la obra es inteligente, como en este caso, apela al humor para hablar de temas jodidos, y no hay nada mejor que hacerlo desde la sonrisa, desde arriba del escenario, como desde la platea. Eso posibilita abrir ventanas de pensamiento porque a veces uno está demasiado encimismado en esas situaciones y se pierde la objetividad de ver al otro en tanto ese vínculo que ha creado a lo largo de su vida y poder divertirse y reírse de esos episodios sobre los que no hay una solución porque es un devenir lógico, es la vida y en ese sentido «Cuestiones con mi Padre» tiene algo muy inteligente de Andrés, en tanto autor, que no es un bajón, no tiene golpes bajos sino que la pasás bien y te permite mirar lo mismo de diferente manera».

El autor y director suma otro ingrediente al análisis de su pieza teatral: «mientras nosotros conservamos rencores con los padres estamos evitando crecer, una parte nuestra siempre sigue siendo el niño, el adolescente, el joven, el hijo que fuimos y el padre también y si bien como padre empezamos a comprender algunas cosas de nuestro padre y nuestra madre, hay una etapa en donde te das cuenta que hicieron lo posible y la obra habla también de eso, que hasta que uno no logra dar el paso de renunciar a esos rencores, dejarlos ir, es difícil que complete su propio camino, que es un poco la historia que interpreta y encarna Pablo, que en realidad es el protagonista, el que de alguna manera provoca quedarse para un reencuentro con el padre y que le permite luego construir el futuro de otra manera. También escribí la obra poniéndome en el lugar de cada uno de los personajes, intentando comprender a cada uno porque todos tienen sus razones».

Consultamos a ambos sobre el momento por el que atraviesa la realidad teatral en épocas de anarco-capitalismo y el lugar especial del teatro, atacado de múltiples formas, incluido el Instituto Nacional del Teatro y su rol estratégico y federal para la actividad.

Bazzalo dice: «Hay una necesidad imperiosa de expresarse. Esto también pasaba en la dictadura, ahí el teatro fue potente, un lugar de encuentro, de resistencia que termina luego en Teatro Abierto, en donde se decían cosas. Eso es lo que primero pienso. Buenos Aires reacciona culturalmente, el mundo artístico-escénico de Bs As reacciona siempre de esa manera, siempre fue así, inclusive ahora con lo que cuesta pagar una entrada y producir una obra, porque estamos muy en baja con los aportes y subsidios en la actividad y estamos remando mucho, pero es una característica particular de esta ciudad que no se ve en ninguna otra parte del mundo y también a mermado la ficción, así que estamos todos en la actividad teatral».

Pablo agrega: «para mi hay una necesidad muy fuerte de encontrarse con otros, a diferencia de otras épocas, es tan abrumadora la forma en que ha cambiado la cultura -en términos de lo cotidiano, del encimismamiento , de la alienación, las pantallas, las redes- que si lo pensamos, es una característica de esta época y tiene que ver con un modo de pensar y concebir el mundo y de aislarse. Hay alguien o álguienes que han pensado una contemporaneidad que tiene esta característa y el teatro como el deporte tiene la posibilidad de ofrecer la reunión, la fiesta, lo colectivo, el encontrarse con otros en un mismo tiempo y espacio. Que si lo pensás es muy curioso, porque ni siquiera, si viajás en transporte público se da, porque cada quién está con su teléfono celular, su dispositivo. El teatro y el espectáculo deportivo -creo- nos propone alejarnos de la alienación y encontrarnos con otros y eso es bello, por eso no es casual que se lo ataque  tanto».

Bazzalo suma: «lo que ocurre en CABA es único y el INT (Instituto Nacional de Teatro) permite federalizar al teatro y que se desarrolle en las provincias. Desde su creación permitió cambiar el panorama escénico en todo el país».

Mariuzzi explica y sugiere: «esta energía que nos lleva a argumentar la necesidad de que siga existiendo el INT no es tan productiva porque al gobierno no le interesan las razones que exponemos. Lo que hay que mostrar es lo que se ha abierto a través de todos estos años de gestión del Instituto, hay que fogonear y confiar y seguir trabajando más allá de lo que pueda pasar momentáneamente, porque todo pasa, nosotros lo sabemos, son procesos históricos…hay que mantener viva esa llamita y doy un ejemplo para que se entienda: hice un espectáculo sobre Malvinas a partir de una gestión del Teatro Nacional Cervantes, de recorrer Argentina de punta a punta, yendo a pueblitos en donde nunca se había hecho teatro (fue en una gestión de Rúbens Correa), yendo con lo mínimo, ninguno se hizo millonario…y yo confío en que se encendió una chispa porque he tenido devoluciones maravillosas y algo de eso siguió funcionando. Hay que confiar en todo ese trabajo, porque así como el teatro se lleva en el cuerpo, el amor hacia el teatro y esa comunicación que posibilita el teatro como encuentro social, también en la gente que vió por primera vez teatro queda una huella que no se olvida más».

«Cuestiones con mi Padre» va los domingos a las 17 en Hasta Trilce.

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