Pedro Salas: «Brito debería leer la ley argentina porque el aporte de grandes fortunas sería del 2% mientras otros países lo llevaron hasta un 50%»
El Presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Pedro Salas, habló con Luisa Valmaggia por Radio Cooperativa AM 770 sobre el apoyo que cosechó en el sector productivo la ley para un Aporte extraordinario de las grandes fortunas que tratará esta semana el Congreso de la Nación.
Aseguró que «en esta perspectiva de crisis que estamos viviendo hay que brindar soluciones más allá de las que venimos escuchando hace 20 años de los economistas a los que se le han quemado los manuales, porque nadie tiene una propuesta que sea vinculante y productiva. La salida tiene que ser solidaria y productiva porque el trabajo es lo único que nos va a salvar y no tenemos posibilidad de generar endeudamiento ni tenemos nadie que nos preste. Estamos ante una situación inédita» señaló Salas.
En ese sentido criticó la posición de sectores financieros que vienen rechazado sistemáticamente la implementación de este Aporte extraordinario que impulsa el oficialismo, y respondió en particular a las críticas del dueño de Banco Macro, Jorge Brito, quien vaticinó una ‘rebelión fiscal’ ente los empresarios. «Le diría a Jorge Brito que lea la ley» sostuvo Salas. «Por supuesto hacer que un banquero pague impuestos no existe. Por eso van a financiar la rebelión y van a hacer todo un despliegue mediático pero es lo que han hecho siempre históricamente. Los bancos han sido los grandes beneficiarios durante 4 años donde hemos visto un genocidio hacia las Pymes mientras atravesábamos una economía de toma de deuda, bicicleta financiera y fuga de capitales» subrayó.
Salas contó además que en las últimas horas conversó con empresarios que superan los 200 millones de pesos de patrimonio personal y observó que «no están en una actitud beligerante» sino que, por el contrario, «consideran que tienen que hacer el aporte porque es único, es extraordinario, y estamos en momentos muy difícil». Y recalcó que en otros países se ha hablado de gravar un 20%, un 30% y hasta un 50%, mientras en la Argentina se habla de un 2%. «En este momento es una salida necesaria porque necesitamos que estos recursos se vuelquen, no ya al Gobierno, sino a nuestro mercado y a nuestra economía» concluyó.