«Esta Corte Suprema hace rato que está en un ocaso, pero no es sólo la Corte». Dr. Roberto Gallardo
El Juez Roberto Gallardo visitó «Apuntes del Porvenir» en laRZ y consultado por Luisa Valmaggia sobre si la Corte Suprema necesitaba modificarse manifestó que «esta CSJN hace rato está en un ocaso, pero no es sólo la Corte. Estamos también ante el ocaso del sistema judicial como poder público y sería injusto considerar que es el único poder estructural porque la democracia no está respondiendo a la necesidad y deseos de las grandes mayorías populares.Desde el 83 a la fecha, con breves excepciones, el resultado final es que hoy estamos 10 veces peor que en la década del 70 y no es errado decir que estamos en una decadencia institucional».
El Dr. Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales organizó, junto con el Instituto Fray Bartolomé de las Casas la jornada «Mas derechos sociales, menos cárcel para los pibes» en respuesta y como aporte a la discusión parlamentaria para bajar la edad de imputabilidad de los menores de 16 a 13 o 12, tal como pretende el Poder Ejecutivo y otros proyectos en debate.
Al respecto consideró que «hay una tendencia en avanzar sobre los efectos, las consecuencias y no sobre las causas. Cuando el Papa Francisco dice «ningún niño es malo, hay niños infelices» está hablando de eso, no existe el niño que nace delincuente, agresivo, violento, sino que esa actividad es producto de una situación previa. El 70% entre 0 y 16 años están vulnerados y sobre ese conjunto criminalizado y victimizado lo que el gobierno está proponiendo es una doble criminalización».
Asimismo destacó que «el que crea que eso es una casualidad o que va desprovisto de una visión sistémica integral se equivoca. Esto es un paso hacia un orden al que no estamos acostumbrados en una Argentina que siempre se jactó de ser integradora. En ese modelo del actual gobierno el descarte juvenil no tiene cabida más que encerrado, no puede estar en la calle porque es el más peligroso, el de menos frenos inhibitorios, el que reacciona con mayor temperalidad frente a la injusticia y la represión».
El Magistrado advirtió que es una «falacia de la propuesta oficial considerar que con esto se acaba la inseguridad y la delincuencia en las grandes ciudades porque la violencia empieza por la violencia estructural que ejerce un sistema político y económico sobre un conjunto importante de la población y vuelve como un búmeran potenciado si se sigue actuando sobre las consecuencias y efectos. La manera de combatirla es con el acceso a más derechos sociales y menos cárceles».
Por último, al destacar que se destruye muy rápido y se construye más lento y con mucho esfuerzo dijo que el actual gobierno es como «un viento gélido, malvado y cruel que está destruyendo todo, nuestros nidos».
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