Despedida del 2025 y deseos para el 2026
Como todos los años para esta fecha quiero dejar unas ideas para compartir mis anhelos y deseos.
Fue el 2025 un año difícil, el gobierno de Javier Milei siguió avanzando contra viento y marea sobre el estado para su destrucción, tal como se comprometió desde antes de asumir, y para dejar a millones de argentinos y argentinas a la intemperie, privados de derechos, de alimento, abrigo, techo, trabajo, educación, presente y futuro.
Nada parece poder ponerle freno a tanto odio contra los compatriotas a los que el presidente y su gabinete deberían contemplar como seres humanos y ciudadanos.
Y luego un parlamento y una justicia adormecida o cómplice, con las excepciones que corresponde siempre hacer. Pero no es suficiente para poner límites. Repetir que no hay destino sin educación, sin ciencia y tecnología, sin trabajo, sin mercado interno, sin protección del medio ambiente, sin soberanía política, económica y participación social es una verdad de perogrullo, pero la ola de derecha extrema que recorre al planeta se ha instalado con fuerza y parece que la razón a dejado paso a la locura, con perdón de los locos.
Mi deseo para el año que se avecina es que quienes pensamos un país para todos y todas, con posibilidades, con crecimiento, sin hambre, sin personas a la intemperie, en el sentido más amplio posible, sin excluidos, que todos y todas a quienes no nos importa sólo nuestro bienestar, porque no se puede estar bien mientras el resto cada día que pasa se va empobreciendo más, que estemos más juntos que nunca, que no bajemos los brazos para dar las batallas necesarias, que no nos asalte la desesperanza, porque el abrazo siempre hace renacer la fuerza para estar en los lugares necesarios, con compromiso y humanidad.
Buen año por delante y que renazca la fuerza y voluntad para revertir tanta destrucción y falta de futuro.

