Álvarez Mullally: «El Estado incentiva la extracción de crudo sin la infraestructura necesaria»
El investigador del Observatorio Petrolero Sur, Martín Álvarez Mullally, conversó con Luisa Valmaggia en Radio Cooperativa AM 770 sobre el derrame de un oleoducto en Catriel, provincia de Río Negro.
El especialista explicó que en el caso del oleoducto averiado «el bombeo era inverso, porque estaba enviando desde Río Negro hacia Neuquén, y esto lo estaba haciendo producto de que todo el trazo que va de Pellegrini en Río Negro hasta Puerto Rosales, donde se está generando la exportación de crudo en barco, está saturado. Y está saturado porque el Estado nacional ha incentivado mucho a Vaca Muerta, colocándola como la principal política energética y el crecimiento de los últimos 12 meses es del 53%. Es decir, muy considerable en términos de extracción. Entonces todo ese crudo de alguna manera hay que transportarlo y en todo este tiempo se ha creado muy poca infraestructura para ello».
En ese sentido, apuntó al Estado nacional como el principal responsable del episodio que aún se intenta controlar. «Hay un grave problema en la planificación de la política energética nacional porque por un lado se incentiva la extracción de crudo, pero una vez que tenes mucho más crudo no tenes cómo transportarlo. Y en el transporte, la empresa que tiene la concesión de los ductos, entre ellos el ducto que se rompió, es la empresa Oleoductos del Valle cuyo principal accionista es YPF, que tiene mayoría accionaria y control estatal. A su vez la Secretaría de Energía de la Nación y el Ministerio de Ambiente de la Nación son los órganos de control y fiscalización de los ductos y todo el sistema de transporte» señaló.
Álvarez Mullally indicó que en total se derramaron 3.200.000 litros de crudo. «Es uno de los derrames más importantes de las últimas décadas en la provincia de Río Negro, y ocurrió en un hábitat que es muy sensible. Era el peor contexto para que ocurriera. La zona se llama Medanito porque está compuesta justamente de médanos que tienen alta filtración, con una capacidad de absorción muy alta. Además, en esa zona están las napas muy superficiales; a tan sólo 4km tenes el Río Colorado y a muy pocos metros tenes una laguna que sirve de paso para las aves migratorias. Entonces toda esa zona va a sufrir un alto impacto» anticipó.
Aunque indicó que la Secretaría de Ambiente de Río Negro evaluó una superficie afectada en alrededor de 21 mil metros cuadrados, dijo que «la comunidad mapuche que se encuentra viviendo en el lugar, junto con el geógrafo universitario Javier Grosso que los ha ayudado vía satelital, han encontrado que la zona afectada alcanza las 4 hectáreas. Es decir, el doble de lo que declaró hasta ahora tanto la empresa como la secretaría de Ambiente de la provincia».